Penfolds

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De origen inglés, el Dr. Christopher Rawson Penfold y su esposa Mary adquirieron el Mackgill Estate en 1844, recién llegados a Australia. 500 acres de garnacha con los que empezaron a elaborar vinos generosos que serían prescritos como remedio para combatir la anemia. En 1870 el matrimonio adquirió el viñedo Grange, y a la elaboración de sus vinos fortificados añadió la de tintos y blancos —unas décadas después Penfolds llegaba a producir la mitad de la producción de Australia. Años más tarde, en 1945, la bodega se haría con una nueva parcela: el extenso viñedo de Kalimna en Barossa Valley.

En 1951, y tras haber visitado la región de Burdeos, Max Schubert, responsable técnico de la bodega en aquel momento, se lanzó a la creación de un vino que aunara concentración, equilibrio y longevidad. Así nació Grange, el vino que, en 1995, el crítico Robert Parker describiría como “uno de los mejores candidatos a ser el vino más rico, más concentrado de este planeta”. Sin duda, una valoración que dio renombre internacional a la bodega. Además del Grange, la bodega ha ido sumando nuevos vinos a su producción que también han merecido las mejores valoraciones: en los años 1960 nacerían los reputados Bin de Penfolds: Bin 389, Bin 707, Bin 28 y Bin 128; en 1976 aparecía la primera cosecha de los Koonunga Hill; y a ellos hay que añadir los Tawny, los vinos fortificados de sus primeros orígenes.

Penfolds Grange es, sin lugar a dudas, un vino icónico. Es el vino australiano de mayor renombre, considerado incluso parte del patrimonio de Australia, y uno de los mejores del mundo. Empezó siendo un vino experimental en 1951 y desde entonces ha sido elaborado de forma ininterrumpida, posicionándose como el mejor ejemplo del arte de ensamblaje de Penfolds y ofreciendo algunas añadas realmente excepcionales, verdaderos vinos de guarda.

Grange es un vino de gran concentración, firmeza y persistencia, un syrah grandioso que interpreta con gran belleza y armonía la sinergia que se produce de forma natural entre las uvas de syrah y el terruño y clima australianos. Voluptuoso, generoso y vibrante, es un vino con un estilo inconfundible que conviene no abrir hasta pasados unos 12-15 años después de su cosecha y que podemos guardar, sus mejores añadas, durante 20 o 30 años, si no más.

Penfolds basa la excelencia de sus vinos en el ensamblaje de diferentes variedades y regiones (más de 220 viñedos proveen su producción), pero además, en la creatividad y la experimentación de sus enólogos. Todos ellos han dejado huella en la historia de la bodega: si a Max Schubert se le debe la elaboración del emblemático Grange, Don Ditter, desde 1976, consolidó el éxito de los vinos de cabernet sauvignon; a John Duval se le debe la opulencia y el equilibrio de los vinos Penfolds de finales de los 1980; y desde el año 2002 es Peter Gago quien se encarga de mantener inquebrantable la reputación de esta casa y de velar para que los vinos de Penfolds sigan estando en el punto de mira de todo aficionado al buen vino.